La Asociación de Cabildos Indígenas Nasa Çxhãçxha transcribe y apoya el comunicado del Consejo Regional Indígena del Cauca.
Frente al acto la liberación, en territorio indígena del norte Cauca, de dos personas secuestradas por las FARC, las autoridades Tradicionales indígenas del Cauca señalamos:
- Compartimos con las familias del mayor Guillermo Solórzano y del cabo Salín Antonio Sanmiguel la alegría por su liberación. Saludamos la decisión unilateral de las FARC, reclamando de su comandancia la puesta en libertad inmediata, sin ningún tipo de condiciones, de todas las personas secuestradas y la decisión política de no volver a utilizar dicha práctica. Las comunidades indígenas del proceso CRIC hemos condenado el uso del secuestro como arma política.
- Entendemos que los secuestrados fueron trasladados desde un lugar que desconocemos al territorio indígena del norte del Cauca para ser entregados a la comisión humanitaria encabezada por la ex senadora Piedad Córdoba. Como el resto del país, esperamos una explicación de las FARC sobre las circunstancias que condujeron a suspender la liberación el fin de semana pasado, alterando el protocolo establecido.
- Frente a pasados señalamientos hechos por el gobierno nacional, es importante reiterar que la presencia de los grupos armados en nuestros territorios es un hecho que nos han impuesto por medio de las armas, contra el cual nuestras comunidades y sus autoridades se han mantenido en resistencia pacífica. Siempre les hemos exigido a las organizaciones armadas ilegales y a la fuerza pública del estado colombiano que no utilicen nuestros territorios ni los conviertan en teatro de operaciones militares.
- Nuestros territorios son territorios de paz. Así lo hemos decidido como parte de nuestro ejercicio de autodeterminación como pueblos indígenas, sin embargo, dejamos constancia que el gobierno, los mediadores y los actores armados no consultaron a las autoridades indígenas la realización de este acto humanitario dentro del territorio indígena, como consideramos que debía hacerse en acatamiento a las normas internacionales y nacionales que garantizan y protegen la autonomía, la autodeterminación y el gobierno propio de los pueblos indígenas en su territorio.
- Reiteramos nuestro rechazo a toda forma de violencia que genera el conflicto armado interno. Desde nuestra resistencia pacífica demandamos de las partes en conflicto el cese inmediato de todas las acciones bélicas en nuestro territorio. Y ante la persistencia y agravamiento del conflicto armado en toda Colombia, vemos urgente, necesario y posible abrir espacios a un diálogo político para resolverlo, de forma inmediata, con todas las partes enfrentadas, en un proceso que incluya a la sociedad civil como actor protagónico.
Finalmente manifestamos que la liberación de los dos militares pone de presente la importancia de ampliar las acciones humanitarias. Las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes, vivenciamos acuerdos de paz local y realizamos diálogos humanitarios que han salvado vidas humanas y disminuido el dolor de las personas y comunidades; diálogos y acciones humanitarias que deben ser reconocidos y respetados por el gobierno y por los actores armados.