El 13 de enero el gobierno planea vender a Isagén, una empresa rentable que genera más de 500 mil millones de pesos al año, que es a su vez, la segunda productora de energía y la que asegura la soberanía energética del país. Además de vender un activo el gobierno le estaría encimando a la empresa canadiense Brookfield Asset Management alrededor de 23.000 hectáreas de bosque y espejos de agua con alta biodiversidad
Por Wendy Andrea Valencia*
Cuidar la diversidad biológica es una de las premisas del siglo porque es esta uno de los mayores patrimonios de un país, ya que es fuente de alimento, de medicamentos, de materiales para la construcción, y principalmente de oxígeno y agua. Sin embargo, en Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, que en promedio tiene 62 veces más especies por hectárea que Canadá, es fácil para el gobierno deshacerse, vendiendo Isagén, de un área conservada que representa casi el doble del territorio del Parque Nacional Natural Tayrona (12.000, Magdalena) y es equivalente el área de dos parques, el PNN Bahía Portete (14.080 hectáreas, Guajira) y el PNN Cueva de los Guácharos (9.000 hectáreas, Huila).
En estas 23.000 hectáreas de zonas protegidas de Isagén hay 444 especies de aves, ligeramente menor a las 456 especies de aves de todo Canadá, y 395 especies de anfibios que son ocho veces la diversidad de anfibios de Canadá (47 especies). Isagén no sólo conserva estos territorios de bosque sino que tiene alrededor de 146,41 km2 en áreas en proceso de regeneración natural y asistida. Además tiene convenios como el del PNN Serranía Yariguíes donde se protegen 4.057 hectáreas de la cuenca que drena al río Sogamoso, y el de Cornare donde se desarrolla un sistema de compensación con las familias campesinas donde se conservan 319.107 hectáreas de bosque.
El gobierno destina un presupuesto irrisorio para la investigación y particularmente para el estudio de la biodiversidad y además quiere vender una de las pocas empresas que tienen programas rigurosos de investigación y de conservación de mamíferos, reptiles, anfibios, plantas, mariposas y escarabajos coprófagos; y que hacen divulgación de la diversidad biológica mediante guías ilustradas de fauna y flora que son de acceso público (https://www.isagen.com.co/ResponsabilidadEmpresarial/proteccion-ambiental/biodiversidad/). Incluso en estas investigaciones se han descrito especies nuevas para la ciencia como la rana Pristimantis jaguarensis nombre dedicado a la Central Hidroelétrica Jaguas donde fue descubierta.
Pristimantis jaguarensis especie nueva descubierta en la Central Jaguar de Isagén, por investigadores de la Universidad de Antioquia. Tomada de: Rivera-Prieto et al. (2014).
La excusa para la venta de esta gran empresa es la financiación de las carreteras de cuarta generación,que si bien son necesarias para el desarrollo del país, pueden tener diversas fuentes de financiación y para las cuales sindicatos, congresistas y columnistas han ofrecido alternativas. A pesar de esto, Santos y Cárdenas insisten con este jaque a la economía colombiana, lo que demuestra la irracionalidad económica del gobierno y enmascara una insensibilidad profunda por lo esencial que debería ser siempre la vida, que con esta venta queda supeditada al egoísmo y al interés económico de unos cuantos. El desarrollo no puede basarse en arrollar el patrimonio público, la soberanía y la biodiversidad; decir que “Isagen es de todos” no sólo debería referirse a los colombianos, sino también a los millones de seres vivos que habitan los ecosistemas de Isagén y que no tienen voz para defender su hábitat de la privatización.
Por Edwin Hurtado •