En el resguardo indígena de la María, Piendamó, constituimos en junio de 1.999 el territorio de convivencia, diálogo y negociación de la sociedad civil, como aporte para que las comunidades y población colombiana pudiéramos tener voz y decisión en la construcción de la paz en Colombia y en la transformación política, social, económica y cultural de un sistema que hasta ahora nos ha querido negar y subordinar; que nos ha victimizado. Hoy 17 años después de constituido este territorio de diálogo, de muchas luchas y procesos organizativos, como indígenas y como sectores sociales, en este lugar, que ya es simbólico, continuamos reivindicando nuestros derechos como pueblos y recibimos con esperanza y alegría el “acuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, que será firmado por las partes el 26 de septiembre, y que como constituyentes primarios nos disponemos a apoyar y ratificar el próximo 2 de octubre del 2016.
En los años 1999- 2000-2001 la mesa de negociación del Caguan no vino a la María (solamente vino el alto comisionado para la paz de ese entonces), pero en el año 2016 la mesa de conversaciones de la Habana si viene a nuestro territorio de sociedad civil; llega con buenas nuevas. Hoy nos hemos reunido más de cinco mil indígenas, hombres y mujeres de diferentes pueblos, de todas las edades, a atender la delegación de la mesa de conversaciones de la Habana, encabezada por el alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo por parte del gobierno nacional y por “Marcos Calarca” por parte de las FARC.
Después de 52 años el conflicto armado con las FARC ha terminado. Es necesario hacer un cierre total del conflicto armado en su conjunto; para ello debemos tener toda la disposición y compromiso desde la sociedad civil, para que lo pactado entre las partes tenga éxito, pero también debemos trabajar para que se desarrolle de manera pronta el proceso con el ELN y se apliquen todos los mecanismos previstos en el acuerdo para dar respuesta eficaz ante acciones ilegales y violatorias de derechos humanos y lograr el desmonte de grupos ilegales y/o sucesores del paramilitarismo.
Como Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC valoramos la inclusión del capítulo étnico en el acuerdo para la terminación del conflicto. No hemos exigido prerrogativas especiales respecto a los demás sectores del pueblo colombiano; se trata de salvaguardar nuestros derechos diferenciales para que la implementación del acuerdo no vaya a afectar nuestra sobrevivencia económica y cultural, dado el alto grado de vulnerabilidad en que nos ha dejado la historia.
Tenemos nuestro proyecto de vida y de país como pueblos indígenas; al valorar como positivo este acuerdo, no estamos haciendo a un lado nuestra propuesta y nuestros sueños ni asumimos como propios los proyectos de quienes lo han firmado, llámese Gobierno nacional, llámese FARC. Coincidimos si, en la necesidad inaplazable del fin del conflicto armado.
Hemos planteado en esta gran asamblea étnica y popular, además de nuestra esperanza y alegría, nuestras dudas y temores ante el cierre difícil de un conflicto armado mayor de 50 años, pero claramente ponemos todo nuestro empeño y compromiso para acompañar y apoyar todo lo que lleve al fin del mismo. Las dudas y temores no son para rechazar ni para desanimar sino para diseñar escenarios y estrategias que nos permitan actuar, en el escenario de la pos-firma del acuerdo, de una manera tal que avancemos hacia el logro de nuestros planes de vida y territorialidad, en la ruta de la construcción de un nuevo país. Planteamos que la comisión tripartita trabaje de manera inmediata con el CRIC la solución de estos puntos críticos.
Llamamos para que hagamos del plebiscito un hito de democracia para Colombia y un inicio para la construcción de la paz y la convivencia. Sabemos que esa ruta la construimos con sectores campesinos, indígenas y afrocolombianos, trabajadores de la ciudad y el campo, en la movilización y exigencia diaria de nuestros derechos, lo cual esperamos hacer en un ambiente sin amenazas ni estigmatizaciones, o con uso de la violencia contra quienes así lo hacemos.
Hemos dicho al gobierno: ya no hay guerrilla, no sigan tildando nuestra lucha como una estrategia para apoyar a los actores armados, ya no podrán utilizar de manera mentirosa contra la lucha popular, políticas contrainsurgentes. Hemos dicho a las FARC: ya se acabó la guerra, no sigan viendo a los sectores sociales que no coincidimos, en todo o en parte, con su propuesta política, como informantes o aliados de un supuesto otro bando; construyamos en la diferencia y aún en la controversia. Hemos hecho un llamado común: desterremos la violencia y las armas de la política, de la economía y de la dinámica social.
Sabemos que sectores que actúan en el extractivismo, la privatización de la naturaleza y el despojo territorial se han aprovechado del conflicto armado imponer sus dinámicas, ellos también deben ser notificados que la guerra termino y que no podrán seguir delinquiendo.
Queremos reafirmar ante nuestras autoridades y comunidades los compromisos globales establecidos públicamente por cada uno de los intervinientes, delegados de la Mesa de la Habana:
Dr. Sergio Jaramillo, alto comisionado para la paz del Gobierno nacional.
En el capítulo étnico se definió crear una instancia especial de alto nivel con pueblos étnicos para el seguimiento de la implementación de los acuerdos, que se acordará entre el Gobierno nacional, las FARC-EP y las organizaciones representativas de los pueblos indígenas. El alto comisionado se compromete a citar un escenario, lo más rápido posible, en concurso con las FARC y los pueblos étnicos, para crear esta instancia y poder actuar sobre temas planteados por los exponentes indígenas, tales como: coordinación entre jurisdicción especial indígena y jurisdicción especial para la paz; participación en mecanismos de verificación; postulación de candidatos ante la instancia que decide los comisionados en la comisión de la verdad; programa especial de armonización para reincorporación de desvinculados de pueblos étnicos que opten por regresar a la comunidad; relacionamiento con la comisión de Implementación, seguimiento y monitoreo del acuerdo final de paz y de resolución de diferencias; relacionamiento con la comisión nacional de garantías y seguridad; programas de desminado y limpieza para el caso de territorios étnicos; participación y aplicación efectiva de la consulta previa de las comunidades y organizaciones representativas de los pueblos étnicos en el diseño y ejecución del programa Nacional Integral de Sustitución PNIS y de los planes comunitarios y municipales de sustitución y desarrollo alternativo PISDA; mecanismo especial de consulta para la realización de los Programas de desarrollo con enfoque territorial PDET.
Marcos Calarca. Delegado de las FARC.
Apoyamos y nos comprometemos con el capítulo étnico porque es parte de nuestra convicción el respeto a los pueblos indígenas y porque nosotros somos constructores y firmantes del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, el cual contiene dicho capítulo, y somos parte de la comisión tripartita para el seguimiento de la implementación de los acuerdos. La aplicación de este capítulo y del acuerdo en general se logra planificando, evaluando, exigiendo desde cada actor, en este caso también desde los pueblos indígenas y afrocolombianos.
Muchas de las cosas que han planteado las comunidades indígenas aquí, como dudas o críticas, son cosas de la guerra que no van a volver a pasar por que ésta se acabó. Las armas salieron de la política. Aunque tenemos claro que debe terminar el paramilitarismo en Colombia para que la guerra termine definitivamente y ello lo contempla el acuerdo.
Vamos a ser actores de la política, a impulsar el desarrollo socioeconómico, y tenemos claro también, que sí vamos a actuar en una comunidad indígena, es ella, sus autoridades, quienes colocan las condiciones.
El Consejo Regional Indígena del Cauca, su consejería mayor, agradecemos a las comunidades, a las autoridades indígenas, a los afrocolombianos, sectores sociales, hombres y mujeres, a las ONG, alcaldes, representante a la cámara, a los organismos internacionales y defensoría del pueblo, a la ONIC, regionales indígenas y comisión étnica de paz, y a los delegados de la Mesa de la Habana, su participación en este acto.
SÍ EN EL PLEBISCITO. CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-