Los pobladores de ese municipio del norte de Cauca, que en el pasado padecieron las acciones del Frente 6 de las Farc, ahora son intimidados por hombres de antiguos grupos guerrilleros y paramilitares. Por esa razón, les piden a sus líderes que activen nuevamente el Plan Minga Resistencia, un mecanismo de atención humanitaria que crearon para afrontar los momentos más difíciles del conflicto armado.
rearmados amedrantan indigenas suarez 1El mes de enero volvió a recordarle a los indígenas del norte de Cauca los tiempos en los que el conflicto armado era parte de su vida cotidiana. Foto: archivo Semana.El primer mes de este año trajo consigo vientos de zozobra para los nativos de la etnia Nasa. Atrás quedaron los días de tranquilidad que produjeron los ceses al fuegoacordados con las Farc durante los diálogos de paz en Cuba y su consecuente proceso de dejación de armas. Su preocupación quedó plasmada en dos alertas emitidas entre el 19 y el 25 de enero por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), que reseñan la grave situación que en enfrentan las comunidades y las violaciones de derechos humanos cometidas por diferentes actores armados.
“En la región se ha venido consolidando militarmente la disidencia de las FARC que se suma al Frente Primero, con combatientes y milicianos que pertenecieron a las estructuras del Sexto Frente y las columnas móviles Daniel Aldana y Jacobo Arenas. Por otro lado, el ELN consolida su presencia en las zonas rurales del norte del Cauca a través de distintas estructuras; así como el EPL y las Guerrillas Unidas del Pacífico. Lo mismo ha sucedido con los grupos paramilitares (Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Rastrojos, Águilas Negras, Oficina de Envigado)”, detalla la Acin sobre su área de influencia, que abarca a 20 cabildos en ocho municipios.
En ambos documentos, esta organización resalta un nombre propio: Cerro Tijeras, el cabildo ubicado en las montañas del municipio de Suárez, que une la región del Naya y el Pacífico, áreas apetecidas por estructuras criminales inmersas en el narcotráfico. Ese sitio cobró relevancia nacional el pasado 7 de diciembre luego de que un enfrentamiento entre grupos armados ilegales dejara un saldo de seis personas muertas. Y aunque entre las víctimas no figura ninguna de la comunidad, sí produjo afectaciones en la población civil.
Así registró ese incidente la Defensoría del Pueblo: “El 7 de diciembre de 2017, aproximadamente a las 10:00 a.m., se presentaron enfrentamientos entre grupos armados ilegales en el corregimiento Los Robles, veredas Robles, Unión Olivares, Agua Bonita, La Cabaña y La Fonda. En el hecho resultaron seis personas muertas, cinco hombres y una mujer que la comunidad no reconoce como oriundas de la región. Tras los hechos, siete viviendas de la comunidad resultaron afectadas y el 8 de diciembre de 2017 se desplazaron forzada y masivamente 941 personas de las veredas Agua Bonita, La Cabaña, Unión Olivares y Los Robles”.
Además de esa masacre, que tiene atemorizados a los nativos y que les despertó los miedos con los que vivieron durante años hasta 2013, cuando el conflicto armado desescaló hasta niveles históricos por los avances del proceso de paz, en ese cabildo han ocurrido muchas más afectaciones, como lo advirtió pasado 2 de enero el Sistema de Alertas Tempanas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, en su más reciente informe de inminencia de riesgo.
rearmados amedrantan indigenas suarez 2El pasado mes circularon amenazas contra los Nasa y sus líderes a nombre de todos los grupos armados que se atribuyen presencia en el norte de Cauca.El documento, remitido al Ministro del Interior, señala que “debido a la grave situación de riesgo que enfrentan aproximadamente 3.000 habitantes de la cabecera municipal y 7.165 de los corregimientos Asnazú, Agua Clara, Betulia y Los Robles debido a la disputa que libran grupos armado ilegales presentes en el territorio y que se autodenominan ‘Disidencias de las FARC-EP’, el ‘EPL’, las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia – AGC’. Esta situación ha implicado para los pobladores amenazas (incluidas extorsiones), regulación de la vida social, homicidios selectivos, enfrentamientos con interposición de la población civil, reclutamientos forzados y utilización de niños, niñas y adolescentes, desplazamientos forzados masivos e individuales y confinamientos”.
Edwin Mauricio Capaz, coordinador del Tejido de Defensa de la Vida de la Acin, que documenta las agresiones a los derechos humanos y también emite informes de riesgo sobre la situación de los cabildos, asevera la región está padeciendo una reconfiguración de los grupos armados en el territorio y prevé que 2018 será un año en el que las disidencias tratarán de consolidarse en las zonas que anteriormente dominaron las Farc, convertidas hoy en movimiento político.
Y lo que es peor, señala que las autoridades de los cabildos han recibido amenazas porque se oponen a la presencia de todos los actores armados: “Hay grupos que están intentando hablar con los cabildos y establecer algún tipo de relación. Ha sucedido en Huellas, Toribío y Cerro Tijeras. Los gobernadores han sido enfáticos en rechazar la presencia de los actores en los territorios a pedido de la comunidad. Eso ha tenido complicaciones porque los actores armados piensan que cuando uno no quiere hablar con alguno es porque está con su rival, pero no es así, simplemente no pueden estar en los territorios porque es la determinación de las comunidades”.
Como ejemplo de esa situación, pone de presente que el 11 de enero fue retenido el gobernador de Huellas, del municipio de Caloto, por un grupo de hombres armados que exigía una reunión con el cabildo, la cual fue rechazada, y el intercambio de palabras no pasó a mayores. Sin embargo, los nativos quedaron con el temor de sufrir retaliaciones.
El temor más grande se siente en Suárez. Allí las amenazas tienen ‘rostro’ y destinatarios puntuales. El pasado 23 de enero, en la vereda Olivares, aparecieron grafitis de las Autodefensa Gaitanistas de Colombia (Agc) amenazando al cabildo de Cerro Tijeras. En las paredes dejaron mensajes intimidantes contra el gobernador, un miembro del equipo de derechos humanos del cabildo y los presidentes de las juntas de Acción Comunal de las veredas Olivares y Altamira. A ese hecho se suma que ocho días atrás, en un panfleto de las Agc que circuló en Valle del Cauca, también se refirieron a ese cabildo y otros del norte de Cauca.
¿’Gaitanistas’ y Epl en Cauca?
rearmados amedrantan indigenas suarez 3Grafiitis pintados el 23 de enero en el territorio de Cerro Tijeras contra los líderes del cabildo y demás dirigentes comunitarios.En diálogo con VerdadAbierta.com, el comandante (e) de la Policía de Cauca, coronel Nelson Díaz, descartó de tajo la presencia de integrantes de las Agc o del ‘Clan del Golfo’, nombre con el que gobierno nacional bautizó a ese grupo armado que surgió a mediados de 2006 tras la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, e indicó que los panfletos y las amenazas que circulan en el departamento alusivos a los ‘gaitanistas’ son apócrifos.
No obstante, sí reconoció que en Suárez y municipios aledaños hay Grupos Armados Organizados (GAO) residuales, conformados por exintegrantes de las Farc que no se acogieron al proceso de paz firmado con el gobierno nacional en noviembre de 2016, que se estarían enfrentando entre sí o con un grupo que se denomina como Epl, disidencia establecida en el Catatumbo (Norte de Santander), tras la desmovilización del grueso de esa organización en 1991.
“El tema de confrontación ha sido precisamente porque un grupo de Epl o ‘Los Pelusos’ (nombre que le asignó el Ministerio de Defensa a ese grupo cuando creó la categoría de los GAO) ha tratado de ingresar y ha habido enfrentamientos entre estos GAO buscando el dominio sobre ese sector que conduce al Cañón del Micay para llegar al Pacífico”, explica el oficial. (Ver más: La Directiva N. 15: estrategia tardía que abre varios interrogantes)
Y al ser preguntado sobre si efectivamente existe una división del Epl en Cauca, el oficial responde que “a ciencia cierta no se sabe si vienen directamente de Norte de Santander, o si (exmiembros de las Farc) toman la franquicia o se hacen conocer como ese grupo, o si son los mismos GAO residuales que se enfrentan entre ellos por el control de esas rutas del narcotráfico”.
El coronel Díaz destaca que “el Ejército Nacional viene realizando actividades de control, con el Plan Horus, focalizadas en algunas veredas de Suárez, Morales y El Tambo, para poder tener un control sobre esa zona y hacer patrullajes de reconocimiento. Son zonas de vereda que están muy alejadas del casco urbano y la presencia por parte de la Policía en temas de cobertura y capacidad de hombres que tenemos no es suficiente; sin embargo, el Ejército tiene unidades en la zona desarrollando la actividad operacional”.
Para Eduardo Álvarez, director del Área de Dinámicas del Conflicto y Negociaciones de Paz de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), centro de pensamiento que desde hace más de un año ha realizado trabajo de campo en el norte de Cauca con motivo de la implementación del Acuerdo de Final, existen dos lecturas sobre la posible presencia del Epl.
rearmados amedrantan indigenas suarez 4Material del Epl incautado por la Guardia Indígena. Una parte fue destruida y la otra será armonizada en la asamblea que realizará la comunidad el 9 de febrero.“La primera es que es que excombatientes de las Farc que había en la zona están usando brazaletes del Epl, para distraer con esa ‘marca’; y la otra es que gente del Sexto Frente viajó a la región del Catatumbo, aprovechando las intenciones del Epl de generar focos guerrilleros en diferentes regiones del país”, explica Álvarez, quien agrega que “se sospecha que hay un envío con hombres y armas, que en efecto estarían formando un foco guerrillero. No está descartada ninguna hipótesis”.
Además, Tatiana Prada, investigadora de la FIP, señala que del enfrentamiento ocurrido el 7 de diciembre en Cerro Tijeras, se produjeron unas capturas, entre ellas la de una persona proveniente del municipio nortesantandereano de El Tarra. Además, según la comunidad, entre los muertos hay una persona oriunda de Norte de Santander y otra de Cartagena, con lo cual cobraría fuerza la teoría de la existencia de una avanzada del Epl en Cauca. Una situación similar se estaría presentando en el departamento de Cesar, en donde ese grupo nunca ha tenido presencia de ningún tipo. (Ver: En Cesar y Norte de Santander temen confrontación entre el Eln y el Epl)
No obstante, Álvarez advierte que la situación actual de Suárez no debe ser vista de manera aislada: “Las dinámicas del Pacífico están presionando escenarios de violencia hacia el interior. El surgimiento y la evolución de grupos armados después de la desmovilización de las Farc, sí o sí, tienen una relación con agentes nacionales y trasnacionales ubicados en el Pacífico para que el narcotráfico se siga moviendo. Hay que conectarlo con el Pacífico y no mirar al municipio o al norte del departamento de Cauca como una región aislada”.
Más allá de la procedencia de los brazaletes y de los fusiles, las comunidades indígenas están padeciendo un impacto humanitario que anhelaban no volver a sufrir, y ante el incumplimiento de la no repetición de la violencia que pactaron el gobierno nacional y las Farc, les piden a sus autoridades tradicionales que activen nuevamente sus sistemas de protección y asistencia en tiempos de guerra. (Ver más: La no repetición de la violencia se ve distante)
“Con la comunidad hemos hablado de la necesidad de reactivar el Plan Minga Resistencia que manejamos entre 2008 y 2013. Son estrategias para salvar la vida en momentos de emergencia, que contemplaba la instalación de sitios de Asamblea Permanente, que eran lugares de refugio a los que asistía la gente cuando había hostigamientos y desplazamientos internos; puntos de control territorial para vigilar qué pasaba en el territorio; acción articulada con organizaciones de derechos humanos para responder ante las emergencias y articulación con entidades estatales para atender la población. Todo eso estaba acompañado de pedagogía y atención psicosocial en los refugios”, explica Capaz.
Y concluye que “fue una guía de resistencia en las épocas álgidas del conflicto armado y las comunidades nos han pedido retomarla. Dejamos de usarla desde el cese al fuego, porque es un plan que buscaba responderle a todos esos temas de guerra. Sin embargo, la estamos retomando y se están analizando los sitios de Huellas, Santander de Quilichao y Cerro Tijeras”.
Tomado de: verdadabierta y cric