Quienes hoy protestamos en las calles no aceptamos más un modelo económico y social que genera riqueza en unos pocos y pobreza en la mayoría de colombianos y colombianas, un sistema económico que se lucra de nuestros territorios y ecosistemas, además coloca en riesgo nuestro futuro y las posibilidades de vida, en un mundo insensible y apegado al capitalismo, así mismo nuestra dignidad y reconocimiento como personas, la están reduciendo a la importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través del mecanismo del mercado, en una reforma tributaria donde se pierde el valor de los individuos para dar paso al valor de las empresas.