Lengua y organización: la resistencia desde la cultura

“Hablar bonito, hablar con el corazón”… y otras más son las expresiones que continuamente se escuchan en las asambleas para motivar a los participantes a usar el nasayuwe, lengua materna del Pueblo Nasa.


En el inicio del proceso organizativo, después de la recuperación de tierras las comunidades decidieron que la educación propia, pensada desde las lenguas indígenas, debía mantener y fortalecer la identidad y la relación armónica entre las comunidades y con el territorio.

Las lenguas se convierten entonces en estrategias fundamentales para analizar las problemáticas de las comunidades, para compartir los sueños de organización y plasmar todas estas ideas en los Planes de Vida y los Proyectos Educativos Comunitarios. La lengua comienza a jugar de nuevo un papel fundamental en la administración territorial; así como lo hicieron la cacica Gaitana o el Mayor Juan Tama, entre otros. Administrar el territorio desde el uso de las lenguas nos permite entender qué hay en el territorio, nombrar los sitios y las cosas por su nombre, nos facilita saber cómo nos relacionamos con él y de qué manera debemos contribuir para su cuidado y defensa.

Como las semillas, la diversidad de las lenguas es enorme. Es ahí cuando decimos que unos hablan como “talagueños”, otros como “huileños”, otros como “tumbichucueños”, y así podemos aumentar la lista. Ser conscientes de la existencia de la diversidad de las lenguas indígenas que hay en el mundo y en nuestro país nos ayudaría a comprender la diversidad que hay dentro del mismo nasayuwe y por supuesto, de las comunidades de Tierradentro. Es esta diversidad, como la del tul nasa, la que permite la pervivencia y permanencia de las comunidades en sus territorios.

De esta manera el CIIIT viene creciendo y caminando con las comunidades. La semilla germina desde la creación del Centro de Capacitación de Tóez, se hace fuerte en la creación del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), se nutre en el Programa de Educación Bilingüe Intercultural (PEBI) y sigue creciendo con el acompañamiento de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN).

Todos, las mayoras, mayores, thê’ wala, mujeres, autoridades tradicionales, guardia indígena, niños y niñas, jóvenes, maestros, asociaciones de cabildos y quienes día a día se siguen sintiendo a gusto por compartir la vida y conocimiento de Tierradentro hacemos parte del CIIIT.

El premio que otorga la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) a través de Linguapax, es un reconocimiento valioso en tanto nos exige ser más responsables y comprometidos para seguir generando espacios de encuentro, comunicación y construcción comunitaria; en donde aprendamos a escuchar, nos animemos a hablar y entendamos el sentido fresco y profundo de las palabras y gestos que se comparten desde la diversidad de las lenguas y la claridad de quienes las expresan.

El 21 de febrero celebramos el día internacional de las lenguas maternas, el 24 de febrero celebramos 40 años de lucha y resistencia del CRIC; la relación entre lengua y organización es evidente, pues las acciones de planeación y acción resultan bien en tanto haya una fluida comunicación entre todos.

Son muchas las tareas que nos deja este reconocimiento al CIIIT por su aporte a las acciones de fortalecimiento de la diversidad lingüística del mundo. No sólo es usar la lenguas maternas es saber qué se siente y qué se dice a través de ellas. Nos invita a revisar cómo valoramos los idiomas en todos los espacios de la vida, en la familia, la comunidad, la organización, las escuelas y en la interacción con otras instituciones. Motiva a preguntarnos qué actitudes tenemos hacia las lenguas, si estamos ejerciendo el derecho de aprender las lenguas y el deber de transmitirlas. Si valoramos la inmensa capacidad y versatilidad de las lenguas para entenderse con otras culturas, para compartir sus conocimientos y recrear otros nuevos.

La vitalidad de la cultura nasa en Tierradentro aún se percibe en muchas comunidades, pero es cierto que los procesos de debilitamiento avanzan de manera más rápida sino actuamos con acciones serias y contundentes. En este sentido no podemos seguir postergando la transmisión de la enseñanza de las lenguas y el pensamiento nasa; así como tampoco podemos ser indiferentes con las familias hablantes de otras lenguas como el namtrik, con quienes compartimos también el territorio.

Tierradentro aún tiene la palabra.

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