Durante los días 27, 28 y 29 de junio el Cusco fue sede, de manera histórica, del primer Taller Regional para América Latina y el Caribe de la Iniciativa Satoyama. La iniciativa promueve la conservación de los pueblos y el ecosistema de manera asociada, a través de prácticas sostenibles y la valoración del conocimiento ancestral. Tras haberse realizado talleres similares en todos los continentes, Cusco acogió la iniciativa para la región bajo el lema: “lugares con belleza armónica, biodiversos y medios de vida seguros.”
El evento fue liderado por el Secretariado de la Asociación para la iniciativa Satoyama (IPSI) del Instituto para el Estudio Avanzado de la Sostenibilidad de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-IAS) y contó con el valioso apoyo y coordinación de la Asociación ANDES, y el Ministerio del Ambiente (Minam). Congregando a representantes de todos los países de la región, el Taller logró generar un interesante diálogo e intercambio de experiencias entorno a el cuidado de los ambientes naturales que están influenciados por sus comunidades, asegurando un reconocimiento más amplio de sus valores a escala global y mejorando el bienestar de las personas y el ambiente.
Es muy importante destacar que el Taller comprendió también la metodología vivencial recorriendo diversos espacios naturales del Parque de la Papa, guiados por las comunidades que viven en este espacio natural del país. Dichas sesiones tuvieron como objetivo mostrar casos destacados de manejo de paisajes de producción socio-ecológica (denominados SELPS por sus siglas en inglés) en América Latina y el Caribe.
Esta especie de “taller caminante” permitió también compartir experiencias y conocimientos técnicos sobre estrategias, herramientas y recursos para la gestión integrada de SELPS. De este modo se conformaron 3 grupos temáticos de acuerdo a la cosmovisión andina del Ayllu, que posee tres elementos íntimamente conectados: Sallka (conservación), Runa (desarrollo comunitario) y Auki (políticas e instituciones).
Entre las principales conclusiones que el Taller Regional ha obtenido se encuentran la búsqueda de la gobernanza integral, el fortalecimiento de las instituciones tradicionales, la necesidad de un Plan de Vida de la comunidad y el desarrollo de una política coherente con la realidad biocultural. Asimismo, se ha destacado el reconocimiento y promoción de sistemas de producción y alimentación locales biodiversos, controlados por las comunidades; junto con el fortalecimiento de los procesos del desarrollo sostenible sobre la base social.
Finalmente, se presentaron los retos y oportunidades para el manejo de la biodiversidad y los sistemas alimentarios en los SELPS de América Latina y el Caribe que incluyen vincular en local con el global, la formación de recursos humanos locales, el acceso y repartición de beneficios, la práctica y desarrollo de programas interculturales y bilingües, enfrentar de manera creativa los impactos locales del cambio climático; consolidar las organizaciones comunales y el intercambio de conocimiento entre la academia y saberes ancestrales.
Concluyó en Cusco el Taller Regional de la Iniciativa Satoyama integrando a América Latina y el Caribe en el desarrollo de paisajes productivos socio-ecológicos
Durante los días 27, 28 y 29 de junio el Cusco fue sede, de manera histórica, del primer Taller Regional para América Latina y el Caribe de la Iniciativa Satoyama. La iniciativa promueve la conservación de los pueblos y el ecosistema de manera asociada, a través de prácticas sostenibles y la valoración del conocimiento ancestral. Tras haberse realizado talleres similares en todos los continentes, Cusco acogió la iniciativa para la región bajo el lema: “lugares con belleza armónica, biodiversos y medios de vida seguros.”
El evento fue liderado por el Secretariado de la Asociación para la iniciativa Satoyama (IPSI) del Instituto para el Estudio Avanzado de la Sostenibilidad de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-IAS) y contó con el valioso apoyo y coordinación de la Asociación ANDES, y el Ministerio del Ambiente (Minam). Congregando a representantes de todos los países de la región, el Taller logró generar un interesante diálogo e intercambio de experiencias entorno a el cuidado de los ambientes naturales que están influenciados por sus comunidades, asegurando un reconocimiento más amplio de sus valores a escala global y mejorando el bienestar de las personas y el ambiente.
Es muy importante destacar que el Taller comprendió también la metodología vivencial recorriendo diversos espacios naturales del Parque de la Papa, guiados por las comunidades que viven en este espacio natural del país. Dichas sesiones tuvieron como objetivo mostrar casos destacados de manejo de paisajes de producción socio-ecológica (denominados SELPS por sus siglas en inglés) en América Latina y el Caribe.
Esta especie de “taller caminante” permitió también compartir experiencias y conocimientos técnicos sobre estrategias, herramientas y recursos para la gestión integrada de SELPS. De este modo se conformaron 3 grupos temáticos de acuerdo a la cosmovisión andina del Ayllu, que posee tres elementos íntimamente conectados: Sallka (conservación), Runa (desarrollo comunitario) y Auki (políticas e instituciones).
Entre las principales conclusiones que el Taller Regional ha obtenido se encuentran la búsqueda de la gobernanza integral, el fortalecimiento de las instituciones tradicionales, la necesidad de un Plan de Vida de la comunidad y el desarrollo de una política coherente con la realidad biocultural. Asimismo, se ha destacado el reconocimiento y promoción de sistemas de producción y alimentación locales biodiversos, controlados por las comunidades; junto con el fortalecimiento de los procesos del desarrollo sostenible sobre la base social.
Finalmente, se presentaron los retos y oportunidades para el manejo de la biodiversidad y los sistemas alimentarios en los SELPS de América Latina y el Caribe que incluyen vincular en local con el global, la formación de recursos humanos locales, el acceso y repartición de beneficios, la práctica y desarrollo de programas interculturales y bilingües, enfrentar de manera creativa los impactos locales del cambio climático; consolidar las organizaciones comunales y el intercambio de conocimiento entre la academia y saberes ancestrales.