Era 07 de diciembre del 2018 el día que asesinaron a Edwin, el Pinche Comunero del resguardo de Huellas Caloto, que encamino una lucha por el control territorial y la liberación de la Madre Tierra.
Edwin era un nasa con fuerza y claridad política, que tejió con dignidad la palabra de su pueblo, echo andar el territorio con el mensaje de liberación, generando tanto miedo en los cobardes que se alimentan de la muerte, que lo único que pudieron hacer fue asesinarlo.
Edwin vivía sin afanes, porque él sabía que el camino de esta lucha es largo, confiaba plenamente en la fuerza y convicción de las y los mayores, la misma fuerza y convicción con la que entrego la vida por el territorio.
Edwin se nos caló en los huesos, en el alma, su palabra no ha muerto y es igual de andariega a él. Edwin camina con nosotros los jóvenes que lo conocimos y con la comunidad que tanto lo defendió.
Tres años sin Edwin, tres años en donde el dolor y la rabia siguen intactos, en donde los nudos en la garganta no pasan ni con un sorbo de chirrincho, porque su recuerdo es muy fresco, duele y nos da rabia.
“Yo estaba en Punto Dos, en la escuela política de la Liberación cuando recibí la noticia del asesinato de Edwin. Llamé a muchos amigos, nadie me daba razón. Guarde la esperanza hasta el último momento” Así muchos inicios para hablar
de lo horrible de ese siete de diciembre.
Hay momentos que se atoran en el alma y más en estos tiempos en donde el plan de muerte se ensaña con el territorio. El narcotráfico parece no tener fin y se extiende más en la parte alta, los industriales siguen amenazando y secuestrando la parte baja, la fuerza pública y las guerrillas siguen llenando de terror nuestras tierras, el panorama no es para nada alentador, sin embargo tratamos de buscar refugio en su palabra y acción.
“Si nos vamos a mantener como territorio, si vamos a ser fuertes, tenemos que empezar por ahí, no tolerando que nos sigan matando, no tolerando que nos sigan estigmatizando, pero también, que nos estén dañando la imagen como territorio indigena, entonces, el llamado puntual es o avanzamos y enfatizamos más el control territorial y lo posicionamos en el resguardo, en los diferentes espacios, vamos a tener un punto grande de que la comunidad va a volver a creer y va a volver a respaldar el tema de control territorial; sin embargo si como autoridad estamos a la duda de que si y que no, nosotros no vamos a hacer nada” Edwin Dagua.
Este tejido de palabras que nos quedó de Edwin nos permiten caminar con propiedad, rechazando de manera contundente, todas las acciones cobardes en contra de nuestro plan de vida.
Edwin seguirá en nuestra memoria y, en nuestro andar llevaremos su palabra a las nuevas generaciones, a esos miles que van naciendo para caminar esta lucha en su nombre.
Su palabra no ha muerto y está más viva que nunca “Aquí el mensaje es claro y contundente vamos a arreciar contra los que vengan a hacernos daño en el territorio y que no nos de miedo, siempre ha sido así, nos mataran a uno, pero nacerán miles. Entonces en el proceso y en esa dinámica que llevamos somos conscientes de eso y los Kiwe Thegnas son conscientes de eso y eso es mucho de valorar. Sin ningún interés podemos dar la vida del territorio”. Edwin Dagua.
Edwin, gracias por tu palabra y acción, ya nos encontraremos para juntos proteger esta Tierra por la que entregaste la vida.
Por: Tejido de Comunicación para la verdad y la vida.