Era un domingo 8 de Octubre del 2017 y en esa fecha la comunidad del resguardo de Kokonuko había retornado a la servidumbre del predio Agua Tibia ocupado por el terrateniente Diego Angulo, con el objetivo de exigir el saneamiento y entrega de la finca que es parte del territorio ancestral del resguardo.
El comunicador indígena Miller Jalvin compañero de Efigenia Vasquez Astudillo -relata uno de sus compañeros de trabajo- “en el momento trabajaba en la emisora Renacer Kokonuko y tenía conocimiento del manejo de cámara de fotografía y de video porque había recibido unos talleres de esa índole. Como comunicadores nos habían dado una cámara de video y ahí mismo de fotografía para trabajar en eventos que se presentaran a favor de la comunidad del resguardo de Kokonuko y otros territorios indígenas que pertenecen a la zona centro.”
“…Ese domingo tipo diez de la mañana nos fuimos como comunicadores para hacer ese trabajo de información; llegamos al lugar de los hechos donde estaba la comunidad y la fuerza pública pero la comunidad se encontraba fuera del terreno de Diego Angulo pero la fuerza pública estaba atacando la comunidad. No alcanzamos a llegar bien al lugar de los hechos porque ya estaban echando gases y entonces cogimos por otro lado. Continuaron los ataques de la fuerza pública pero la comunidad estaba lejos de la entrada a Agua Tibia como a unos 500 metros y sin embargo la fuerza pública seguía atacando.
Como entre las dos y media y tres de la tarde se presenta una situación de ataque nuevamente a la comunidad. En ese momento uno de la fuerza pública, uno del ESMAD accionó un arma de fuego tipo escopeta e hizo un disparo. En el momento en que hizo el disparo impactó esos perdigones en una pierna y el otro en el pecho y uno de esos perdigones le llegó al corazón.
Se desmayó y cayó al suelo y los compañeros que estaban al lado la auxiliaron. Yo tenía la cámara de video y en el video se observa cuando el militar del ESMAD y ese disparo impacta la humanidad de Efigenia Vásquez…la auxiliamos, la sacamos a la vía pero continuaba el ESMAD haciendo disparos y no daba la oportunidad de salir al hospital.
La ambulancia no la dejaron entrar y cuando bajaba una camioneta del Huila le pedimos el favor que la llevara al hospital, nos hizo el favor hasta donde encontramos la ambulancia y en el hospital de Kokonuko no pudieron hacer nada con ella. Ya en Popayán fue donde dijeron que era de urgencia y que había que pasarla al quirófano para hacer una cirugía. A los pocos minutos los médicos dijeron que no se podía hacer nada por ella porque ya había fallecido…”
Cuatro años después las autoridades judiciales no han esclarecido este crimen y en consecuencia se mantiene en la impunidad como ha ocurrido con muchos comunicadores indígenas muertos en cumplimiento de la labor de informar. No es posible que a esta fecha la Fiscalía General de la Nación no haya establecido la procedencia del disparo pese a la existencia del video que lo confirma.
Desde este espacio un homenaje a todos los comunicadores que como Efigenia Vásquez Astudillo han entregado su vida para mantenernos bien informados y desde el lugar de los hechos.
Por: Programa de Comunicaciones CRIC